Tengo que creer...

Ya ni siquiera se que escribir aquí, ya ni siquiera se si este espacio realmente sirve, o que se yo, esta botado, esta abandonado, esta fuera de serie y todas las cosas que se puedan decir, ya no puedo expresarme libremente, ni siquiera me atrevo a poner algo de mi vida, ya nada, es como... nada, demasiado extraño pienso yo, pero en realidad ya no me atrevo, ya no soy capaz de algo, o de nada, soy... nada, así de sencillo, como que de repente cambió todo, cambiaron muchas cosas, y quizás cambié yo también, quizás ni siquiera me llamo Pedro ahora, que se yo, soy como un cobarde quizás, o quizás muy valiente, ni siquiera me conozco, no se donde tengo mis pies, mis manos, mis ojos, no controlo nada, ya ni siquiera respiro.

Todo es como contrario, muchas cosas se han invertido, muchas han desaparecido, mucha vida ha quedado atrás, mucha gente se ha quedado aferrada a un árbol del pasado, no todo el mundo te acompaña en el largo camino llamado vida, es difícil averiguar quien es quien y cual es el rol de esos quienes, uno se lleva sorpresas muy a menudo con todo lo que ocurre, con el día a día cotidiano, que, a la larga, no es tan cotidiano, día a día alguien va olvidando, quizás momentos, quizás gentes, lo que sea, se pierde, se perdió, nada que hacer, y eso mantiene a las personas caminando, pisan y dejan atrás la vida, para avanzar, tener otra y volverla a pisar. Suena deprimente quizás, y lo más seguro que mi pensamiento esta erróneo, no importa, es mío, es mi día a día.

Desaparecer no es una opción, es caer en un vicio y en un juego que nadie quiere jugar, ¿Para qué desaparecer? no tiene explicación por ningún lado, por ningún motivo, que se yo, en realidad no se nada.

No quiero estar de pie, me aterra.